Ciudad de hueso:
-Si fueras la mitad de gracioso de lo que crees que eres, muchacho, serías el doble de gracioso de lo que eres.
-No estoy muy seguro de lo que quería decir con eso -murmuró Jace-.
-¿De verdad? -repuso Clary-. Yo lo entendí perfectamente.
- ¿Qué es esto? -exigió, pasando la mirada de Clary a sus compañeros, como si ellos debieran saber que hacía ella allí
-Es una chica -dijo Jace, recuperando la serenidad-. Seguramente habrás visto chicas antes, Alec. Tu hermana Isabelle lo es.
El oscuro príncipe trotaba sentado a horcajadas sobra un negro corcel, con su capa de marta cibelina ondeando a la espalda. Un aro de oro le sujetaba los rizos rubios, el apuesto rostro aparecía helado con la furia de la batalla y...
-Y su brazo parecía una berenjena -masculló Clary para sí, exasperada.
El dibujo no le salía.
Ciudad de ceniza:
¿Por qué tardan tanto las chicas en ducharse?-inquirió Magnus-. Chicas mortales, cazadoras de sombras, hechiceras: todas sois iguales. No me estoy volviendo más joven mientras aguardo aquí fuera.
Clary se hizo a un lado para dejarle pasar.
-¿Cuántos años tienes, de todos modos? -preguntó, curiosa. Magnus le guiñó un ojo.
-Yo ya estaba vivo cuando el mar Muerto era sólo un lago que se sentía un poco pachucho.
-¿No ves el momento de librarte de mí?
-No, quiero decir, no, no es eso. No te odio, Jace.
-Yo tampoco te odio.
Clary alzó los ojos aliviada.
-Me alegro de oír eso...
-Ojalá pudiera odiarte- replicó él.
-Es verdad que estaba enferma- afirmó ella-. Lo juro. Casi me muero en el barco, ya lo sabes.
Él le soltó la mano, pero se la quedó mirando con fijeza, como si quisiera memorizar su rostro.
-Lo sé perfectamente-dijo-. Siempre que tú casi te mueres, yo casi me muero.
Ciudad de cristal:
-A pesar de lo mucho que odio admitirlo, vampiro, tenemos algo en común.
-¿Un cabello absolutamente fantástico?- Sugirió Simon.
-Clary- dijo Jace.
- ¿Clary?
-Clary - repitió jace-. Ya sabes: bajita, pelirroja, mal genio...
Simon: Esto es sangre de vaca, directamente del carnicero. Espero que sirva. Jace me lo contó todo, y quiero que sepas que creo que eres muy valiente. Aguanta ahí dentro y daremos con un modo de sacarte.
Ella miró mientras los fuegos artificiales estallaban en una lluvia de chispas... Chispas que pintaron las nubes sobre sus cabezas a medida que caían, una a una, en veloces líneas de fuego dorado, como ángeles cayendo del cielo.
Ángel mecánico:
-Buen trabajo ahí dentro, Herondale; ha estado bien eso de provocar un incendio -observó Gabriel-. Qué bien que estuviéramos allí para limpiar lo que ensuciabas, o todo el plan habría quedado en humo, igual que lo que quedaba de tu reputación.
-¿Estas insinuando que los restos de mi reputacion permanecen intactos? -preguntó Will, fingiéndose horrorizado-. Es evidente que he hecho algo mal. O que no lo he hecho lo suficientemente mal. -Golpeó el carruaje-. ¡Thomas! ¡Debemos ir en cuanto antes al burdel más cercano! Necesito escándalos y malas compañías.
#Hermione
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